Con unas temperaturas más altas de lo habitual, y la amenaza de las lluvias que en otras ocasiones han marcado el desarrollo de la prueba reducida a prácticamente cero, estaba claro que esta 51ª edición del Rallye Rías Baixas iba a ser coto privado de los Porsche. Pero por encima de todos, iba a haber un claro protagonista, Miguel Fuster, que iba a ser el claro dominador de la prueba de principio a fin, incluyendo un último tramo en el que parecía que nadie quería ganar la cuarta cita de la temporada.
El dominio de Miguel Fuster arrancaba en la primera etapa, donde el alicantino se imponía en los dos primeros tramos. Sergio Vallejo parecía ser la única alternativa válida, con un Iván Ares que peleaba por seguir el ritmo de los de arriba junto a Pedro Burgo. El honor de los Mitsubishi lo defendía Alberto Meira, el único cuatro ruedas motrices capaz de seguir el ritmo de los GT, pero en el primer tramo del segundo bucle, el gallego veía como en una zona rápida se rompía una llanta de su montura, provocando su abandono, además de un susto considerable.
Tan solo Sergio Vallejo iba a ser capaz de arrebatar un scratch en la jornada del viernes al intratable Miguel Fuster. Pero el de Meira tan solo le arrebataba una décima al de Benidorm, que en la siguiente especial recuperaba dos décimas, yéndose a dormir con una ventaja de algo más de 5 segundos al frente de la general. Iván Ares afrontaría la segunda etapa desde la tercera posición, justo por delante de Pedro Burgo, mientras que desde la quinta plaza, Jonathan Pérez veía la pelea de los cuatro Porsche desde la distancia.
La segunda etapa arrancaba con el largo y complicado tramo de Fornelos, que iba a ser decisivo en el desarrollo de la prueba. Miguel Fuster daba un zarpazo en los 32 kilómetros de Fornelos. No solo marcaba el primer scratch de la jornada, algo que psicológicamente ya es un punto importante, si no que, además, aumentaba su ventaja al frente de la general hasta 30 segundos. Esto iba a permitir al de AutoLaca plantearse un ritmo más conservador, dedicándose tan solo a jugar con sus rivales, manteniendo la ventaja en torno a ese medio minuto durante el resto de la jornada.
El primero en intentar impedirlo iba a ser Iván Ares, que exprimía al máximo su Porsche 911 GT3 2008 para conseguir el mejor crono en As Neves. Ares no solo daba un aviso de sus intenciones a Fuster, si no que también conseguía de una sola tacada superar en la general a Sergio Vallejo. Quien se autodescartaba de las quinielas eran Pedro Burgo. El segundo piloto de AutoLaca cedía mucho tiempo en los dos primeros tramos. Burgo no se encontraba cómodo con el coche, y además comenzaba a sufrir algunos problemas con la tercera velocidad de su Porsche, lo que le hacía ceder unos segundos preciosos, que le apartaban definitivamente de la lucha por los puestos de honor.
La segunda pasada por los tramos iba a ver como Sergio Vallejo e Iván Ares se alternaban marcando los mejores cronos, mientras que Miguel Fuster se conformaba con ser segundo en ambos tramos. Con esto, el alicantino se mantenía al frente de la general, aumentando además levemente su ventaja. Por detrás, Vallejo y Ares se turnaban en la segunda plaza, que al final del bucle volvía a manos del piloto de Carral. Pedro Burgo se mantenía a pesar de sus problemas en el cambio, mientras que, más atrás, Jonathan Pérez sufría problemas en un palier, que le hacían ceder la quinta posición, que heredaría Cristián García.
Llegábamos así al último bucle, en el que Miguel Fuster parecía despertar de su letargo en el tramo de Maceira, una variante de Fornelos, en el que el alicantino conseguía el mejor crono, aunque tanto Sergio Vallejo como Iván Ares se quedaban muy cerca de él.
Pero el espectáculo iba a llegar en el último tramo. La especial de Santa Marta no era más que una versión reducida del tramo de As Neves, y debía ser un trámite para llegar al parque cerrado final del rallye. Nada más lejos de la realidad. Miguel Fuster alcanzaba la meta con uno de sus neumáticos traseros completamente desinflado, y la llanta doblada. Después de haber dominado la prueba con mano de hierro, el alicantino podía perder el rallye en el último tramo, pero el de Benidorm estaba de suerte. Iván Ares llegaba a la meta con el mismo toque que Fuster, y el neumático también desinflado, por lo que la balanza se igualaba. Sergio Vallejo era el llamado a desestabilizar la general, pero tampoco podría hacerlo, puesto que rompía un amortiguador, lo que le impedía sacar todo el provecho de su teórica ventaja.
Así las cosas, Miguel Fuster conseguía llegar al parque cerrado encabezando la clasificación general, mientras que en la lucha por la segunda posición, Iván Ares conseguía mantenerse por la mínima. Tan solo medio segundo era la ventaja de Ares respecto a Sergio Vallejo, que debía conformarse con el tercer escalón del podio. Pedro Burgo, a pesar de sus problemas con el cambio, finalizaba cuarto, mientras que la quinta plaza era para Cristián García, y sexto se clasificaba Jonathan Pérez.
Grupo N, o donde mandan los abandonos
En el apartado reservado para los vehículos de Grupo N, los verdaderos protagonistas iban a ser los abandonos. Durante la primera jornada Edgar Vigo marcaba el ritmo, emulando a Fuster en la general. Vigo emulaba al alicantino incluso en el arranque de la segunda etapa, consiguiendo una considerable ventaja en la primera pasada por el selectivo Fornelos. Pero precisamente allí iban a comenzar los problemas. Ángel Paniceres, que era el único capaz de seguir el ritmo del líder, comenzaba a sufrir problemas del cambio, que le llevarían a retirarse. En el siguiente tramo, Vigo sufría una salida de pista que le dejaba fuera de carrera, mientras que en el penúltimo tramo, un pinchazo iba a privar de la victoria a Juan Álvaro Filip.
Finalmente el ganador del Grupo N sería Carlos Araujo con un Renault Clio Sport, mientras que la segunda plaza iba a parar a manos de Manuel Sandamil con un Mitsubishi Lancer EVO X, y tercero, completando el podio finalizaba Roberto Torres también con un Renault Clio Sport. Filip finalmente debía conformarse con la cuarta posición de la categoría.
Trofeo de Dos Ruedas Motrices y R2
En el apartado de Dos Ruedas Motrices, Alberto Hevia se empeñaba en demostrar que no se ha olvidado de pilotar, y conseguía una incontestable victoria. Gorka Antxustegi debía alzarse con el segundo escalón del podio, pero un problema en un palier iba a obligarle a conformarse con el tercer escalón del podio, por detrás de un combativo Víctor Senra, que finalizaba segundo con el Peugeot 208 R2. Cabe destacar la actuación de dos pilotos que no finalizarían la carrera al sufrir sendas salidas de pista. El primero es Esteban Vallín, que marcaba un elevado ritmo que le llevaba a ser tercero de la categoría, y líder de la R2. Pero en la segunda pasada por As Neves, un accidente iba a dejarle fuera de carrera. La misma suerte corría David González, que a los mandos de su Renault Clio R3 se permitía el lujo de pelear por el podio de Dos Ruedas Motrices, hasta que un error le dejaba fuera de carrera.
Trofeo ASR – Kumho Nacional
Dominio absoluto de Rubén Domínguez en la primera cita del Trofeo ASR – Kumho Nacional. Domínguez no daba ningún tipo de opción a sus rivales, consiguiendo el mejor crono en todos y cada uno de los tramos cronometrados. Segundo finalizaba Javier Andrade, que se aprovechaba de una penalización de un minuto para Daniel Rodríguez, que a pesar de intentar remontar a toda costa, debía conformarse con el tercer escalón del podio.