El Campeonato de España de Rallies de Asfalto llegaba en Ourense a su cuarta cita de la temporada, con una prueba cuya dureza es de sobra conocida. El calor reinante durante estas semanas en toda la península, no perdonaba tampoco en la provincia gallega, con temperaturas que rozaban los 40 grados centígrados en el ambiente. Esto hacía que el asfalto de los tramos estuviese también a una temperatura muy alta, dando especial importancia a la gestión de los neumáticos.
Como novedad en esta 50ª edición del Rallye de Ourense, la prueba se realizaba en dos etapas, por lo que la acción arrancaba en la tarde/noche del viernes, con la celebración de los tramos de A Peroxa y Toén. Ya desde el primer tramo, Cristián García comenzaba mandando, con 4,9 segundos de ventaja sobre Iván Ares, y 10,8 con respecto a José Antonio Suárez. Por detrás, Pedro Burgo parecía encontrar algo de ritmo, aunque cedía 16,2 segundos respecto al mejor crono, mientras que Surhayen Pernía cedía ya a las primeras de cambio 34,7 segundos, más de un segundo por kilómetro respecto a García. En todo caso, se situaba por delante de Sergio Vallejo, que en los 29,2 kilómetros de A Peroxa se dejaba ya 45,7 segundos.
La primera sorpresa de la prueba saltaría en el arranque del segundo tramo, cuando Iván Ares no tomaba la salida en el momento que le correspondía. Lo cierto es que su Hyundai i20 R5 había sufrido ciertos problemas de temperatura tras el primer tramo, y Ares y Pintor debían solucionar este fallo antes de afrontar la segunda especial, si no querían perder mucho tiempo. Finalmente, entrarían con dos minutos de retraso al control horario previo al segundo tramo, lo que se traducía en una penalización de 20 segundos para el de Cambre.
Con esta sorpresa llegábamos al tramo de Toén, el segundo del rallye, en el que de nuevo Cristián García iba a marcar el mejor crono. José Antonio Suárez era el segundo en este caso, cediendo tan solo 7 décimas de segundo, mientras que Iván Ares se empeñaba en demostrar que había resuelto los problemas, cediendo tan solo 3,2 segundos. En todo caso, Suárez subía a la segunda plaza de la general, debido a la penalización de Ares. Pedro Burgo se mantenía en cuarto lugar (aunque había superado virtualmente a Ares), quedando a tan solo nueve décimas de Ares. Surhayen Pernía repetía en la quinta posición, mientras que, por detrás, Iago Silva colaba su Porsche 911 GT3 por delante del Citroën DS3 R5 de Sergio Vallejo, que, a pesar de todo, se mantenía sexto de la general.
Ya con la noche cayendo sobre los tramos orensanos, se disputaba la segunda pasada por las especiales del sábado. Cristián García volvía a dominar en A Peroxa, mientras que José Antonio Suárez se encargaba de cerrar la primera etapa con el mejor crono en Toén, aunque con tan solo 1,1 segundos de ventaja respecto a García, que sería segundo. Por su parte, Iván Ares recortaba algo de terreno respecto a Suárez en A Peroxa, pero cedía más tiempo en Toén, por lo que se alejaba poco a poco de la lucha por la victoria. Por detrás, se mantenían las posiciones, aunque Pedro Burgo cedía algo de tiempo en Toén debido a un trompo. A pesar de todo, el del ACSM Rallye Team se mantenía cuarto sin problemas, por delante de Surhayen Pernía y Sergio Vallejo.
La primera etapa finalizaba con Cristián García al frente de la general, con 21,2 segundos de ventaja respecto a José Antonio Suárez, y 39,2 con Iván Ares, que era tercero. Cuarto se situaba Pedro Burgo, ya a 1:29,5, seguido de Surhayen Pernía a 1:55,4, y Sergio Vallejo, que era sexto a 2:37,4 del líder.
La segunda etapa arrancaba con el importante reto del tramo de Esgos. El reto no era tan solo por las complicaciones propias del tramo de 15 kilómetros, si no por que, además, se trataba del TC Plus en el que los tres mejores pilotos conseguirían 3, 2, y 1 punto respectivamente. Pero ni siquiera en el TC Plus iba a cambiar el orden de los pilotos que estaban ocupando los tres primeros puestos. Cristián García marcaba el mejor crono, haciéndose con los tres puntos, y con 3,8 segundos de ventaja respecto a José Antonio Suárez, que sumaba dos puntos, y 5,5 con respecto a Iván Ares, que lograba así 1 punto. Por detrás, tampoco había novedades en este arranque de la segunda etapa, con Pedro Burgo marcando el cuarto mejor tiempo, seguido de Surhayen Pernía, y Sergio Vallejo.
Después de haber hecho frente a los 15 kilómetros de Esgos, que además se hacían en modo ataque en busca de los puntos, los equipos ponían rumbo al mítico Cañón do Sil, y sus 32 kilómetros cronometrados, pasadas ya las 11 de la mañana, y con la temperatura subiendo rápidamente. De nuevo, la clasificación del tramo era la misma que la de la general, con Cristián García marcando el ritmo, por delante de José Antonio Suárez, Iván ares, Pedro Burgo, Surhayen Pernía y Sergio Vallejo. Antes de la primera asistencia de la jornada, los equipos aún debían disputar el tramo de Melias, donde los neumáticos llegaban ya muy justos. Suárez lograba marcar el mejor crono, por delante de Ares, mientras que García era tercero, aunque a solo 2 segundos de Suárez.
Se llegaba así al último bucle de la prueba, aunque en el caso de Ourense eso significaba que aún había que disputar 60 kilómetros cronometrados más, incluida una segunda pasada por el Cañón do Sil. Esgos dejaba un empate técnico entre José Antonio Suárez y Cristián García. El asturiano era una décima de segundo más rápido que el aragonés, pero con 26 segundos de diferencia entre ambos, esa diferencia era poco menos que despreciable. Iván Ares volvía a ser el tercero en discordia, cediendo tan solo 2,4 segundos respecto al más rápido en este tramo. Por detrás, Surhayen Pernía le quitaba 5,6 segundos a Pedro Burgo, aunque de nuevo la diferencia entre ambos era de 25 segundos, por lo que parecía suficiente. Por su parte, Sergio Vallejo veía como su mala racha no paraba, y un problema mecánico le obligaba a retirarse, cuando tenía la quinta plaza prácticamente asegurada.
Pero la verdadera sorpresa llegaba en la segunda pasada por el Cañón do Sil. Un año más, el tramo más largo del Rallye de Ourense iba a ser un juez implacable, y si bien Cristián García lograba un nuevo scratch, que casi le permitía firmar la victoria, José Antonio Suárez se iba largo en una curva, tocando un talud de tierra que hacía que su Peugeot 208 R5 volcase aparatosamente. Por suerte, tanto Suárez, como su copiloto, Cándido Carrera, no sufrían ninguna lesión, pero rompían la suspensión de su coche, lo que les obligaba a abandonar. El tramo sería neutralizado, mientras que Iván Ares subía automáticamente a la segunda posición, y Pedro Burgo se veía al fin en los puestos de podio.
Con estas condiciones, y unas abultadas diferencias en la general, el último tramo se convertía en un mero trámite. Tanto es así, que incluso se empeoraban los cronos respecto a la primera pasada, en una mezcla de altas temperaturas, y cautela. Iván Ares lograba en Melias su primer y único scratch de la prueba, aunque debía conformarse con la segunda posición final, un resultado que, si bien sabe a poco, minimiza los daños si recordamos como comenzaba la prueba. Cristián García se limitaba a llevar su Ford Fiesta R5 hasta la meta, logrando así su tercera victoria de la temporada. Tampoco tomaba riesgos Pedro Burgo, que por poco conservaba la tercera plaza, y es que Surhayen Pernía le recortaba tiempo tanto en el Cañón do Sil, como en Melias, quedándose a tan solo 8 segundos del podio final.
La 50ª edición del Rallye de Ourense finalizaba con la victoria de Cristián García, seguido de Iván Ares a 59,8 segundos, y con Pedro Burgo completando el podio a 3:23,9. La cuarta plaza era para Surhayen Pernía, a 3:31,9, mientras que quinto finalizaba Iago Silva, a 8:14,8. Miguel Paredes se hacía con la sexta plaza, finalizando a 10:13,8 del ganador, seguido de Adrián Díaz a 10:19,1, mientras que octavo era Álvaro Muñiz a 11:05,8, noveno finalizaba Gorka Antxustegi a 15:02,9, y completando el top ten encontrábamos a Javier Pardo a 17:30,8.
Muchas sorpresas en Dos Ruedas Motrices
Si en muchos momentos del rallye, la clasificación general parecía un paseo militar, con los tres primeros pilotos clavando el orden de la general en cada tramo, en el apartado de Dos Ruedas Motrices, las cosas iban a ser muy distintas. La primera sorpresa saltaba en el primer tramo, con Javier Bouza logrando el mejor crono, por delante de Adrián Díaz, que se dejaba 6,7 segundos, y de Fran Cima, que se situaba tercero, a 17,9 segundos. También había sorpresa en el apartado R2, con Roberto Blach cometiendo un error que le llevaría a salirse de la carretera, dañando el radiador de su Peugeot 208 R2, lo que le dejaba fuera de carrera, y a Javier Pardo como líder indiscutible de la categoría, ya desde el primer tramo.
El resto de la primera jornada seguía un poco mejor el guión preestablecido, con Adrián Díaz recortando diferencias a marchas forzadas, y al igual que Fran Cima, mientras que Javier Bouza trataba de mantenerse en lo más arriba posible. Pero en el último tramo, Bouza terminaba por salirse de la pista, dañando el cárter, de su Renault Clio R3T, y viéndose obligado a abandonar. Esto dejaba a Díaz como líder de la categoría, seguido de Cima, y Muñiz, con Javier Pardo en cuarto lugar, liderando la categoría R2.
Ya en la segunda etapa, Adrián Díaz comenzaba la jornada siendo el piloto más rápido, pero Álvaro Muñiz se empeñaba en demostrar que el Abarth 124 Rallye ha evolucionado correctamente, marcando el mejor tiempo tanto en el Cañón do Sil, como en Melias, situándose segundo en el apartado de Dos Ruedas Motrices. Fran Cima se mantenía tercero, sin tomar demasiados riesgos, pensando de nuevo en la Clio Iberia Trophy R3T.
El último bucle parecía ser un mero trámite en la categoría, pero las sorpresas iban a llegar. Javier Pardo iba a sufrir un pinchazo en el primer tramo del bucle, lo que le hacía ceder la cuarta plaza a favor de Emma Falcón, que lideraba la categoría R3 con su Citroën DS3 R3T. La neutralización del Cañón do Sil, dejaba todo para el último tramo, aunque el mítico tramo se cobraba una víctima, y es que Fran Cima sufría una salida de pista en la que dañaba seriamente la trasera de su Renault Clio R3T, lo que le obligaba a abandonar. Esto convertía la lucha entre Falcón y Pardo en la lucha por el tercer escalón del podio, por lo que en el último tramo, Pardo saldría a por todas, buscando recuperar el tercer escalón de la categoría de Dos Ruedas Motrices. Por su parte, Falcón tomaba la opción contraria, de conservar todo lo posible, sabedora de que con este resultado se llevaba la victoria de la categoría R3, y se situaba líder en el campeonato, por lo que Pardo la superaba sin excesivos problemas. Donde no había sorpresas era en los dos primeros puestos, con Adrián Díaz controlando en todo momento a un Álvaro Muñiz que se hacía con el mejor crono tanto en Esgos como en el Cañón do Sil, mientras que Díaz remataba su victoria con el mejor crono en Melias.
Finalmente, Adrián Díaz conseguía la victoria en el apartado de Dos Ruedas Motrices, con Álvaro Muñiz en segundo lugar, a 46,7 segundos, y Javier Pardo a 7:11,7 en tercer lugar, logrando la victoria entre los R2. Cuarto lugar, y victoria en la categoría R3 para Emma Falcón, mientras que quinto finalizaba Roberto Rodríguez, que con el Skoda Fabia R2 del ACSM Rallye Team, conseguía ser segundo entre los R2.
David Cortés no da opciones en la Suzuki
También íbamos a encontrarnos con sorpresas en la Copa Suzuki Swift en esta 50ª edición del Rallye de Ourense. Las sorpresas llegaban desde el primer tramo, en el que Esteban Vallín, uno de los favoritos, rompía un latiguillo de freno, cediendo más de un minuto y medio. Las cosas no mejoraban para el asturiano a lo largo de la jornada, puesto que en Toén hacía un trompo, perdiendo más de un minuto en el lance, y con ello toda posibilidad de luchar por los primeros puestos.
Quien si que estaba dispuesto a todo por la victoria era David Cortés, que conseguía el mejor crono en el primero de los tramos, endosando nada menos que 17,4 segundos a su más directo perseguidor. La tónica se repetía en la segunda pasada por los tramos, con Cortés volando en A Peroxa, y luchando con los mejores en Toén, lo que le permitía terminar la primera etapa como líder de la general, con más de medio minuto de ventaja. Tras él, José Manuel Mañá peleaba con Alberto Monarri por el segundo puesto, quedando una diferencia entre ambos de tan solo 8,4 segundos al final de la primera jornada.
La segunda etapa comenzaba con David Cortés de nuevo marcando el ritmo en el primero de los tramos, y también en el tercero. Alberto Monarri era el más rápido en el Cañón do Sil, pero tan solo le recortaba 7 décimas de segundo a Cortés. Aún así, ese crono le servía a Monarri para situarse segundo, por delante de José Manuel Mañá, al que le metería 4 segundos más en el siguiente tramo, quedando la diferencia entre ambos en tan solo 4,5 segundos.
David Cortés volvía a imponerse en la segunda pasada por Esgos, y tras la neutralización del Cañón do Sil, el piloto local prefería asegurar su contundente victoria, y ceder el scratch en el último tramo, que sería para Alberto Monarri. El madrileño se aseguraba de esta forma la segunda plaza, mientras que José Manuel Mañá debía conformarse con el tercer puesto, después de haber peleado durante toda la jornada con Monarri.
